Obesidad infantil

Hoy en día es cada vez más frecuente encontrar niños con problemas de sobre peso y obesidad, a más temprana edad, por diversas razones, tanto fisiológicas como psicológicas. Los niños son el reflejo más claro de las consecuencias de las conductas alimenticias, de estos tiempos modernos.

Es por esa razón que este tema no debe ser tomado a la ligera ya que entre más temprano una persona padece obesidad, hay más probabilidad de que se habitué a dicha condición, y por esa razón podría no tomar en cuenta los riesgos físicos de padecerla, ni las consecuencias psicológicas que la acompañan.

Hay muchos aspectos que contribuyen a la obesidad infantil pero dentro de los principales se encuentra el sistema familiar, en el cual algunos de estos niños nacen y se desarrollan, pues es ahí donde involuntariamente se les enseña o se les permite conductas alimenticias nocivas, pues dentro de ese núcleo son conductas adaptadas como normales, pasando de generación en generación perpetuando de esta manera la condición.

Por lo anterior, se hace de suma importancia modificar ese ciclo nocivo mediante la formación integral del niño. La que por supuesto debe incluir por ejemplo; mostrar los límites aceptables de una conducta y educar para respetar esos límites; En ocasiones esto, se vuelve difícil cuando el adulto a cargo del niño no tiene claro que es lo recomendable para la nutrición del pequeño. Por eso es necesario, una vez diagnosticado cada caso en particular, tomar acción por el bienestar del presente y futuro de los niños.

TRATAMIENTO PARA OBESIDAD INFANTIL

El tratamiento para la obesidad infantil desde el punto de vista psicológico es tan diverso, como cada caso en particular, puesto que aunque algunos antecedentes sean comunes, el modelo parental en el cual el niño se desarrolla, marca una significativa diferencia.

Por tanto, dado que son los adultos que rodean al niño los encargados no solo de proveedores y preparar el alimento que consumen, sino que también de la formación de los hábitos alimenticios, como: cuando comer, que comer, a que velocidad comer, utilizar la comida como recompensa o castigo, comida como parte de la recreación y conductas similares; El abordaje se enfoca en los responsables directos del pequeño, porque el niño aun no tiene una plena conciencia de acción – consecuencia y postergación de la gratificación a menos que esta le haya sido modelada por el adulto responsable. Quien con la guía profesional, podrá enseñarle al niño qué camino tomar en cuanto a su alimentación, utilizando herramientas al alcance y entendimiento de un adulto, por ejemplo: como sustituir un mal hábito por uno saludable, como ser firme ante la rabieta de un niño, modelar limites en conductas, manejo apropiado de emociones negativas en el pequeño como la frustración por ejemplo, entre otros, según lo amerite cada caso.

Todo esfuerzo con el objetivo claro de formar en el niño un conjunto de hábitos que le ayudarán a cuidar de su salud, aunque este no tenga una plena conciencia de ello, con el tiempo y madurez que viene con los años, se dará cuenta que haber adquirido hábitos saludables de alimentación en la infancia, valió la pena, para llegar a ser un adulto saludable.

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